PROFESOR PETER HAJEK

CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS Y CESACIÓN TABÁQUICA: UNA ENTREVISTA CON EL PROFESOR PETER HAJEK

Fuente: News Medical

HajekPeter Hajek es director de la unidad de investigación de salud y estilo de vida del Instituto Wolfston de Medicina Preventiva, en la Universidad Queen Mary de Londres. Su investigación se centra en el estudio de conductas adictivas y en el desarrollo y evaluación de tratamientos tanto comportamentales como farmacológicos para fumadores dependientes. Ha sido autor o co-autor de más de 300 publicaciones científicas. Gran parte de su investigación ha influido en la práctica clínica internacional y en las políticas anti-tabaco, incluyendo las guías NICE (National Institute for Health and Care Excellence) y otras guías de práctica clínica en el establecimiento de los servicios nacionales para dejar de fumar en distintos países. Sus investigaciones sobre la eficacia del eCig han sido financiadas por MHRA, NIHR y UKTAS. No tiene conexión con ningún fabricante ni proveedor de cigarrillos electrónicos.

¿Cuánto tiempo llevan los cigarrillos electrónicos en escena y por qué cree que su popularidad ha aumentado tanto en estos años?

El cigarrillo electrónico moderno fue inventado por el farmacéutico chino Hon Lik en 2003. La gran popularidad de estos dispositivos fue realmente un movimiento con base social. Se estima que los eCigs son al menos un 95% más seguros que los cigarrillos convencionales y son atractivos para los fumadores que no pueden o no quieren dejar de fumar, pero quieren reducir los riesgos que el tabaco supone para su salud.

La industria del tabaco lleva en este mercado sólo desde 2012, cuando comprobaron que el eCig podía hacer que los cigarrillos convencionales quedaran obsoletos y que necesitaban realizar una gran apuesta para evitar el “Efecto Kodak”- un punto de inflexión cuando una nueva tecnología destruye un viejo modelo de negocio.

Respecto a la popularidad del eCig en el último año, realmente se ha estancado o incluso ha decaído. Podría ser que los fumadores que asumen un dispositivo de administración de nicotina más lento y menos satisfactorio ya hayan cambiado al eCig, pero una explicación mucho más probable para esto es la campaña en curso contra estos dispositivos.

La industria del tabaco y ciertos activistas de la salud pública están tratando de disuadir a los fumadores del cambio a estos dispositivos. La evidencia emergente sobre el contenido del eCig, que sigue confirmando que es órdenes de magnitud más seguro que el tabaco, está siendo tergiversada para hacerlo parecer inseguro.

El cambio del tabaco al eCig require esfuerzos y las historias que se leen en los medios de comunicación sugiriendo que el cambio no va a ser beneficioso alenta a los fumadores a permanecer atados al tabaco convencional.

¿Por qué se sabe tan poco sobre la eficacia de los cigarrillos electrónicos para ayudar a la gente a dejar de fumar?

El eCig es un producto de consumo más que un medicamento y, desde este punto de vista, preguntar sobre su eficacia es como preguntar si los coches con mejores prestaciones de seguridad han sido efectivos en ayudar a la gente a dejar de usar coches que fueran menos seguros. Son efectivos, pero sólo en la medida en que un producto mejorado reemplace a otro inferior. El éxito del mercado del cigarrillo electrónico demuestra que para muchos fumadores el eCig ha sido efectivo en el reemplazo de los cigarrillos pero aún sólo una pequeña fracción de fumadores ha realizado el cambio.

Existe la legítima pregunta de si el eCig ofrece una ayuda pro-activa para que los fumadores abandonen o reduzcan su consumo de humo. Para dar una respuesta son necesarios ensayos controlados aleatorios. No es sorprendente que aún no haya muchos disponibles, ya que tales ensayos son caros y normalmente se financian por los propios fabricantes del medicamento que está siendo evaluado. El gasto es justificado puesto que dicho medicamento no puede ser vendido a no ser se pruebe su efectividad de esta manera concreta.

En el caso del eCig, los fabricantes no están intentando entrar en el mercado farmacéutico, aunque varios cuerpos regulatorios están intentando forzarles a hacerlo. Los ensayos aleatorios sobre el eCig, por tanto, tendrían que ser financiados por alguien más. Los cuerpos gubernamentales que financian la investigación médica están ahora comprobando el enorme beneficio potencial que ofrece el eCig y tales estudios están empezando a aparecer, pero es un proceso lento.

Por favor, ¿puedes describir los resultados de la reciente revisión Cochrane que evaluó los ensayos sobre los efectos de los cigarrillos electrónicos en las tasas de abandono?

Encontramos tres estudios de tamaño muestral pequeño donde se proveía a los fumadores con eCigs y se hacía un seguimiento sobre su consumo de tabaco y la seguridad del uso del dispositivo. Todos ellos reportaron resultados impresionantes pero sin grupo control por lo que los resultados del eCig en el abandono del tabaco son difíciles de interpretar.

La importancia de la revisión aparece con otros dos ensayos controlados aleatorios que hacían un seguimiento de los participantes al menos durante 6 meses. Ambos ensayos comparaban la eficacia del eCig con y sin nicotina (placebo); además uno de ellos también comparaba ambos tipos con la efectividad de los parches de nicotina.

Ambos estudios proporcionaban una fuerte y consistente idea de la eficacia de los cigarrillos electrónicos. En primer lugar, los dos dispositivos usados con baja concentración de nicotina eran raramente usados. Nosotros sabemos que la eficacia de las terapias de sustitución de nicotina mejoran con una mayor entrega de nicotina.

En segundo lugar, uno de los ensayos se centró en fumadores que no querían dejar de fumar y el otro informó sobre los eCigs a los participantes y no prestó más soporte adicional a excepción de la posibilidad de llamar a la línea telefónica local de ayuda para dejar de fumar, que sólo una pequeña fracción de participantes utilizó.

Sabemos que la eficacia de los tratamientos para dejar de fumar es limitada en fumadores que no intentan dejarlo y también es baja si no va acompañada de soporte adicional.

Como esperábamos, las tasas de abandono total en los dos ensayos eran bajas pero, en los resultados combinados, los dispositivos que contenían nicotina fueron significativamente más efectivos que los placebos, tanto en la abstinencia a largo plazo (validada bioquímicamente), como para aquellos participantes que no lograban dejar de fumar por completo, quienes reportaron haber reducido su consumo de tabaco en un 50% o más.

Los efectos del eCig no se diferenciaron de los efectos de los parches de nicotina y su uso no supuso problemas de salud.

¿Cuáles fueron las principales conclusiones de la revisión?

La principal conclusión es que la limitada evidencia que tenemos demuestra que los eCigs ayudan a los fumadores a dejar el tabaco y que cuando se utilizan a corto-medio plazo (más de año y medio) no emergen problemas de salud.

Sin embargo, enfatizamos que nuestra confianza en estos resultados es baja, refiriéndonos principalmente a la magnitud del efecto. La tasa de riesgo se calculó en 2,3 lo que sugiere que los eCigs con nicotina duplican la probabilidad de un fumador de abandonar exitosamente los cigarrillos convencionales.

Hay pocas dudas de que la sustitución de la nicotina de los cigarrillos convencionales con nicotina de una fuente alternativa ayuda a los fumadores a dejar de fumar; más de 100 ensayos controlados con placebo sobre los diversos tratamientos de reemplazo de nicotina han demostrado esto más allá de toda duda razonable, por lo que estamos seguros de que la entrega de nicotina en el eCig ayuda también.

No conocemos, sin embargo, lo exitoso que podría llegar a ser el eCig proporcionando apoyo estándar para dejar de fumar y dispositivos más modernos con un suministro de nicotina más eficiente.

En cuanto a los eventos adversos, la incertidumbre está relacionada con el número relativamente pequeño de fumadores estudiados hasta ahora. Es posible que algunos efectos secundarios poco comunes en fumadores con vulnerabilidades específicas aún puedan surgir.

¿Quedó usted sorprendido por estos resultados?

En realidad no; como decía arriba, sabemos que las terapias de reemplazo de nicotina son efectivas y hay pocas razones para esperar que el uso de estos dispositivos a corto-medio plazo pudieran suponer riesgos para la salud.

¿En qué medida los resultados son limitados y qué más estudios se necesitan?

Los resultados son limitados primero por el pequeño tamaño muestral de los ensayos y por el uso de productos obsoletos que se utilizaron en los mismos. La principal necesidad para investigar ahora incluye ensayos adicionales que comparen la eficacia de los eCigs con la de otros tratamientos para dejar de fumar. Varios de estos ensayos están actualmente en proyecto o ya en marcha.

Es una de las grandes virtudes del meta-análisis Cochrane; que se actualizará cuando la nueva evidencia se presente. Todos los datos futuros de los ensayos controlados aleatorios con seguimiento a largo plazo serán incluidos y se ampliarán y afinarán nuestras estimaciones del efecto.

¿Cuánto se sabe actualmente sobre los efectos a largo plazo de eCig y cómo se compara esto con las formas tradicionales de dejar de fumar como los chicles o los parches?

Las terapias de reemplazo de nicotina como el chicle y los parches se pueden utilizar a largo plazo con pocos efectos adversos. La revisión no detectó problemas de seguridad cuando el eCig se utiliza durante semanas o meses, pero no trató de evaluar problemas a largo plazo.

En términos de la proporción de personas que dejaron de fumar con éxito y continuó utilizando los eCigs, en los dos ensayos sólo el 20% – 30% de los que dejaron de fumar con éxito seguían utilizando el dispositivo más allá del seguimiento. Esto es similar a lo que vemos con los productos de reemplazo de nicotina medicinales. Algunos fumadores necesitan el apoyo del reemplazo de nicotina durante más tiempo, pero fuera del embarazo, plantea riesgos para la salud insignificantes.

¿Cómo opinas que será el futuro de los cigarrillos electrónicos en la cesación tabáquica?

Yo creo que el futuro de los cigarrillos electrónicos es incierto. Las campañas contra el eCig han sido exitosas en iniciar requerimientos regulatorios que reducirán la competitividad del eCig con el cigarrillo convencional, desacelerando o deteniendo su desarrollo y disuadiendo a los fumadores de realizar el cambio.

Sin tales medidas, yo esperaría que el eCig evolucionara en unos pocos años como producto que provee a la mayoría de fumadores con lo que ellos desean de sus cigarrillos. Una vez alcanzada esa meta, el tabaco virtualmente desaparecería. El beneficio para la salud pública sería enorme.

Con la regulación propuesta, sin embargo, el eCig sobrevivirá probablemente sólo como producto de la industria del tabaco puesto que esta industria será el único fabricante capaz de cubrir los costes de los nuevos requerimientos regulatorios.

Como resultado de esto, la evolución del eCig probablemente disminuirá y desaparecerá, la ventaja de precio desaparecerá y el eCig quedará como un producto minoritario usado por unos pocos usuarios, mientras la vasta mayoría continúan fumando. Estamos en peligro de despilfarrar una oportunidad histórica para la salud pública.

Más información en:

Hajek P, Etter JF, Benowitz N, Eissenberg T, McRobbie H (2014) Electronic cigarettes: use, content, safety, effects on smokers, and potential for harm and benefit. Addiction, doi:10.1111/add.12659

West R (2014) Electronic cigarettes: getting the science right and communicating it accurately. Addiction, http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1111/%28ISSN%291360-0443/homepage/electronic_cigarettes.htm

McNeill A, Bates C, Etter JF, Farsalinos C, Hajek P, leHouezec J, McRobbie H. (2014) A critique of a WHO-commissioned report and associated article on electronic cigarettes. Addiction Sep 5. doi: 10.1111/add.12730.

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