Inhalación de nicotina y adicción

Si bien la nicotina presenta un reducido grado de toxicidad, sí es destacable el potente efecto adictivo que ejerce. La nicotina pasa de la cavidad bucal y los pulmones al torrente sanguíneo y de ahí, atraviesa la barrera hemato-encefálica y actúa en el segmento ventral del mesencéfalo y en el nucleus accumbens del prosencéfalo, que son áreas que forman parte del sistema de recompensa.

Sin embargo, Farsalinos 2014, en su encuesta a 19000 usuarios refiere que los vapers disminuyen progresivamente la concentración de nicotina de los e-liquids y no se han reportado casos de vapers que hayan ido aumentando su consumo de nicotina al usar estos dispositivos. Lechner et al 2014 también aporta datos de disminución progresiva de la concentración de nicotina entre los vapers.

La evidencia general demuestra que si bien, la nicotina es adictiva, su poder adictivo es muy superior en combinación con las sustancias que porta el humo del tabaco. El Dr. Peter Killen, profesor emérito de la Universidad Estatal de Arizona, ya en 2009, ponía en duda el poder adictivo de la nicotina en los siguientes términos:

 “Lo que provoca el poder tremendamente adictivo de los cigarrillos es el cóctel de drogas que acompañan a la nicotina y no la nicotina en sí… la adicción en masa a los cigarrillos y el conocimiento público de letalidad del tabaco crea una paradoja. No hay una respuesta suficiente sobre las causas de esta poderosa adicción. Durante años, los investigadores han sostenido que la nicotina es la causa de la adicción al tabaco. Sin embargo, la nueva evidencia sugiere lo contrario. La nicotina en sí no es muy gratificante. Usted puede ir a cualquier farmacia y comprar chicles, parches e inhaladores Nicorette, sin embargo no observará casos de sobredosis por estos productos con Nicotina. Los estudios han demostrado que ninguna de las terapias de reemplazo de nicotina – chicles, inhaladores, parches – son adictivos. La Nicotina no es lo suficientemente adictiva. Entonces, ¿qué está pasando? La causa de la adicción es la liberación de Inhibidores de la Monoamino Oxidasa o IMAO, añadidos junto con la nicotina en los cigarrillos. No todo el mundo sabe que la nicotina no es tan adictiva. Esto afecta negativamente tanto a la investigación como a la opinión pública.»

La Monoamino Oxidasa es una enzima encargada de limpiar o procesar los neurotransmisores y otras sustancias de las sinapsis neuronales; la nicotina es un agonista (emulador) de la acetilcolina, uno de los principales neurotransmisores, por lo que actúa a nivel de los receptores colinérgicos de las neuronas en las sinapsis. Como consecuencia de esto, se incrementa la liberación de Dopamina (otro neurotransmisor conocido como “hormona de la recompensa” y que influye a nivel motor y emocional). Los IMAOs, al evitar que desaparezcan estas sustancias de las sinapsis neuronales, provocan un bucle de retroalimentación positivo que va aumentando cada vez más la nueva expresión de receptores provocando la adicción. Brennan et al 2013 demostraron en un ensayo de adicción en ratas, que el poder adictivo del tabaco es muy superior al de la nicotina administrada de forma independiente.

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Sin embargo, los IMAOs no son más que uno de los múltiples aditivos que porta el tabaco en las más de 4000 sustancias detectadas en el humo de las que, en la mayoría de los casos, no se conocen sus efectos sobre el proceso de la adicción. Un estudio reciente de Etter et al, concluye que tras comparar los niveles de dependencia entre usuarios del eCig, usuarios de chicles de nicotina y fumadores de tabaco convencional, los usuarios del eCig presentaban niveles de dependencia similares a los usuarios de chicles de nicotina farmacéuticos, que de por sí no son muy adictivos, y ambos a su vez presentaron niveles de dependencia muy inferiores los fumadores de tabaco tradicional.

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