Acerca de mi

Hace ya casi 7 años que dejé de fumar. Comienzo mi presentación así debido al hecho de que es lo más importante que he conseguido en mi vida puesto que, de no haber sido así, estaría condenada como tantos otros que han perdido la vida poco a poco en las garras del siempre amable tabaco.

Durante muchos años fui lo que social y médicamente se define como una «gran fumadora». En las épocas de estrés podía tranquilamente consumir dos paquetes de tabaco diarios sin despeinarme y, además, lo disfrutaba. Nunca fui fumadora social; adoré el tabaco y sus sensaciones desde la primera calada a la tierna edad de 13 años. Fumaba porque me gustaba; no sólo me gustaba, me encantaba. El tabaco me acompañaba en mi vida diaria como algo que me definía, dictando en muchas ocasiones mi comportamiento y hasta mi estado de ánimo. Siempre seré fumadora; el tabaco siempre será mi droga. Si has sido o eres fumador y estás leyendo esto, sabes exactamente a qué me refiero.

Con el tiempo, un terror sordo iba haciendo mella en mi. Tener la formación científica suficiente como para comprender lo que el tabaco le hacía a mi cuerpo, conocer mis antecedentes genéticos y notar sus efectos poco a poco, me provocaba por momentos verdadero pánico. Sabía que era o él o yo.

Dejar de fumar no es una decisión que se toma de un día para otro; al menos no con mi nivel de adicción. Yo tardé años en marcar el día 1. Según se acercaba ese momento sólo de pensarlo me daban ataques de ansiedad y flaqueaba constantemente; no me sentía capaz de pertenecer a ese triste 5% de la población que lo consigue; aunque tenía que intentarlo como fuera. En esa tesitura me encontraba cuando oí hablar del cigarrillo electrónico por primera vez. Decían en las noticias que los médicos no lo recomendaban y que podía contener sustancias cancerígenas.

Incluso con esa alarmista noticia en todos los titulares, la posibilidad de sustituir mi amado tabaco por algo que atenuara ligeramente la ansiedad, llamó poderosamente mi atención.  Mi razonamiento fue el siguiente: de primeras y sabiendo lo que lleva el tabaco, es imposible que sea peor y si con ese cacharrito, por malo que sea, de manera temporal, me ayuda a afrontar los primeros momentos del terrible mono, lo acepto.

Así que, como muchos otros, un día antes de intentar dejar el tabaco, decidí visitar una de las muchas tiendas de cigarrillos electrónicos que por aquel entonces había en mi barrio. Comencé, como casi todo el mundo, con una eGo CE4 y cual fue mi sorpresa al descubrir que, manejando correctamente las concentraciones de nicotina, ese cacharrito eliminaba por completo mi necesidad de tabaco. Después me fui introduciendo poco a poco en el maravilloso mundo del vapeo, hasta convertirlo en un hobby maravilloso que me mantiene alejada de mi carcelero. Hasta hoy.

Consciente de que el tabaquismo es uno de los mayores problemas de salud pública de la historia, que provoca 8 millones de muertos y 120 millones de enfermos anuales, comencé a interesarme sobre los posibles efectos que podía tener el vapeo sobre la salud comparado con el tabaco y, gracias a mi formación, tenía las herramientas para realizar una aproximación seria y crítica a lo que científicamente se sabía sobre el cigarrillo electrónico hasta el momento. Fue entonces, tras pasarme días y días leyendo detenidamente todo lo publicado en PubMed, cuando comprendí que estos cacharritos, correctamente regulados e incentivados, podrían suponer el jaque definitivo al tabaquismo y evitar millones de muertes. Llamadme soñadora…..¿Pero no son los sueños los que construyen la realidad?

Os dejo una breve reseña sobre lo que se dice de mi….

Carmen Escrig: Doctorada en Biología Celular y Genética por la Universidad Autónoma de Madrid, ha desarrollado su labor investigadora en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), en el College of Veterinary Mecidine de la Universidad de Maryland y en la Universidad Autónoma de Madrid, participando en varios proyectos de investigación en virología y microbiología molecular, centrando su investigación principal en la patogenicidad del virus de la gripe.

Como activista por la Reducción de Daños por Tabaquismo es asesora científica de distintas asociaciones relacionadas con la THR, ha asistido a varios simposios y congresos como el e-Cigarette SUMMIT celebrado en la Royal Society de Londres y asistido o colaborado como ponente en el Global Forum on Nicotine celebrado en Varsovia durante los seis últimos años. De igual manera ha asistido a varios congresos organizados por sociedades del Control del Tabaco. Fue creadora y organizadora del primer congreso científico internacional sobre Reducción de Daños por Tabaquismo en España THR Summit Spain donde acudieron los máximos exponentes a nivel mundial sobre la ciencia de la THR; actualmente en proceso de preparar siguientes ediciones. Es miembro fundador y colaboradora de varias Asociaciones nacionales e internacionales de usuarios que defienden la THR y asesora científica de las asociaciones ANESVAP (Asociación Nacional Española de usuarios de Vaporizadores Personales) y ARDT (Asociación por la Reducción de Daños por Tabaquismo Iberoamérica).

A su vez, es creadora y coordinadora de la Plataforma Médica Española por la Reducción de Daños por Tabaquismo (actualmente compuesta por más de 30 médicos, científicos, catedráticos y profesionales de la salud) y de la iniciativa MOVE (Medical Organisation supporting Vaping and Electronic cigarettes), promoviendo y defendiendo públicamente ante gobiernos e instituciones el enfoque estrictamente científico ante los desafíos legislativos que afrontarán los productos de Reducción de Daños en los próximos años en todos los países. Además, colabora y asesora en distintos proyectos de investigación sobre el cigarrillo electrónico.

Conflicto de intereses: No recibo ningún tipo de aportación económica por mi labor como activista procedente de ninguna empresa, ni asociación, relacionada con el cigarrillo electrónico, farmacéuticas, ni tabaqueras. Apoyo toda iniciativa que sea eficiente para una correcta regulación de los productos de Reducción de Daños, que maximice su potencial como herramienta de salud pública y siempre basada en la evidencia científica.

contacto: escrig.carmen@gmail.com 

6 comentarios en “Acerca de mi

  1. he intentado hacer e test y tras media hora desaparece lo he intentado dos veces ya, ya que podría ayudar dado que he dejado de fumar hace dos años tras una grave enfermedad donde me operaron de una mediastinitis y traqueotomía estando en coma dos meses por una neumonía no causada por el tabaco, ojala que los estudios sirvan para desemascarar a las tabacaleras

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    • Hola Juan. Disculpa; debe ser algún fallo técnico. Se lo reportaré al Dr. Russell para que lo solucione pero de todas formas, si no te importa, trata de realizarla desde otro PC por descartar que se deba a algún problema del dispositivo. Muchísimas gracias por tu contribución y disculpa las molestias. Si sigues teniendo problemas no dudes en avisarme.

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  2. Cuando tenía 10 años vendía chatarra y con el dinero compraba golosinas y tabaco ¡Me lo vendían en el estanco! He estado fumando más de 40 años. Me encantaba fumar. Nunca intenté dejarlo porque sabía que no lo iba a conseguir. Sabía de sobra el precio que tendría que pagar en salud por ese placer. Así que te entiendo. Sólo hace 3 meses que me topé con el e-cigar. No he vuelto a quemar tabaco. ¡Qué suerte he tenido! Ya no tengo mala conciencia por no cuidarme la salud. Ahora veo a la gente fumar y me dan un poco de pena.
    Gracias por la labor que hacéis.

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  3. Hola Carmen, te escribo desde México. Tengo 62 años y he sido fumador desde los 21 años. La nicotina y el hábito de fumar (el ritual y lo demás) me es indispensable para pensar y trabajar (soy Físico Teórico). Hasta los 29 años fumaba 2 cajetillas diarias y veia el daño que hacía a mi condición cardio-vascular, por eso en 1983 tomé la gran decisión y me fumé mi último cigarrillo. Pero extrañaba mucho el hábito. Si hubiera habido en esa época e-cigs seguro me habría vuelto un «vapeador», pero no había por lo que pasé de fumar cigarrillos a fumar pipa sin inhalar. El resultado fue inmediatamente excelente, mis pumones me lo agradecieron y mi condición cardio-vascular se ha mantenido en forma excelente (corro 10 km diarios cada 2 dias desde hace años). Fumo entre 1 y 3 pipas diarias y actualemente me irrita y desagrada ek cigarrillo. Siempre limpio mis pipas y solo fumo tabaco de buena calidad «mild».

    Recientemente me he percatado de los e-cigs. En México es difícil conseguirlos. Los desechables de primera generación no me gustaron (eran como cigarrillos de plástico), pero justo esta semana probé uno de última generación y me encantó. Es como la pipa pero sin el fuego ni la ceniza. Creo que por ahora no dejaré de fumar pipa, pero el e-cig es además de placentero mucho mas práctico y probablemente lo fume mas poco a poco. Creo que la pipa es también una forma de disminuir el daño del cigarrillo, y he leido artículos en revistas médicas que muestran que los riesgos verdaderamente disminuyen en comparación con el daño del cigarrillo.

    Es obvio que debe haber una regulación del tabaco, pero esta debe ser humanista, no represeiva, y debe estar basada en la ciencia (no debe ser moralizante y no deb estigmatizar). Desafortunadamente, la medicina organizada desde hace 2 décadas mantiene una actitud puritána muy fanática contra el tabaco en todas sus formas, incluso contra el que se mastica e incluso contra los e-cigs. Esta actitud se da sobre todo en paises habla inglesa pero se está extendiendo a todo el mundo. He estado leyendo la literatura médica y veo que (como menciona Carl V Phyllips y Michael Siegel) en lo que toca al tabaco las revistas médicas publican mucha seudo ciencia con motivos ideológicos.

    Por mi formación como físico conozco muy bien la física de los gases, por lo que siempre he sospechado de la veracidad del famoso daño por tabaco ambiental (second hand smoke). Habiendo visto la literatura de la epidemiología, puedo constatar que mi sospecha es correcta: toda esta histeria sobre el ETS carece de bases científicas. Esta histeria justifica (sobre todo en los USA) una regulación autoritaria y excesiva. Entiendo y apruebo que no se pueda fumar en espacios interiores públicos, pero que no se permita fumar en todo un campus o en parques y playas (o incluso en tu propia casa) es ya una violación grave a los derechos humanos de los fumadores.

    Ojalá y se logre que el e-cig sustituya al cigarrillo a nivel global, mejoraría mucho la salud de millones de fumadores, pero para eso tendrá que haber una verdadera revolución en la forma seudo-científica con la que la medicina organizada (incuyendo al OMS) aborda al tabaco y a los e-cgs. Desafortunadamente, no veo como el «Tobacco Control» que promueve esta histeria facistoide contra todo lo que sea o parezca fumar permita que el e-cig sustituya al cigarrillo a nivel global. Ojalá y me equivoque.

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  4. Hola Carmen.
    Te escribo desde el sur del mundo, desde Chile. He revisado varios videos donde te entrevistan y me estoy empapando de tu muy interesante sitio. Primero quiero agradecer por el tremendo trabajo que has hecho con esto, que a mi parecer es el método más efectivo y eficiente para dejar el tabaco.
    Como tú, yo soy un profesional de la salud, pero dedicado a otros aspectos de la salud, soy enfermero con varios postgrados en Emergencias y Desastres, administro un sistema de emergencia y la vida me ha permitido viajar mucho, donde me crucé con estos «aparatos electrónicos» en varias oportunidades y me llevaron a la inquietud de investigar sobre ellos.
    Fumador desde los 13 años, ni un solo día sin fumar, incluso fumé el día que me operaron de apendicitis. Intenté seriamente dejar de fumar con parches y chicles de nicotina, con medicamentos y ayuda médica, donde reduje el número de cigarrillos pero no lo pude eliminar. Estuve 40 años ininterrumpidos fumando una cajetilla diaria que podía llegar a más, dependiendo del stress y carga laboral. Fumaba solo, sin presión social, nada más por el placer, cigarrillos, pipa y habanos. Y considerando que el ambiente donde nos desenvolvemos es bastante hostil para el fumador (ambiente clínico)
    Un día, decidí intentar con un básico EGO, pero muy claro en todo lo que debía considerar, desde los milígramos de nicotina hasta tener claridad de cuando fumaba y que cosas de mi rutina lo estimulaban. Mi intención inicial era disminuir el número de cigarrillos diarios, con el propósito de fumar un 50% menos. Incluso compré una cajetilla de cigarrillos para tenerla «en caso de emergencia»
    Mi gran sorpresa fué que durante 10 días no fumé ningún cigarrillo, con esto decidí comprar un equipo algo más sofisticado que me produjo mayor satisfacción y menos ganas de fumar tabaco. Al mes regalé mi cajetilla de emergencia y actualmente llevo dos meses sin fumar ni un solo cigarrillo tradicional.
    Mi experiencia puede ser muy escasa, pero estoy convencido en este poco tiempo que este sistema es realmente efectivo para dejar el tabaco.
    Es indispensable tener en cierto grado redes de apoyo, que en mi caso lo he encontrado en personas como tu, pero en muchas otras personas probablemente sea más necesario contar con personas que le indiquen de manera profesional como practicar efectivamente esta terapia de reemplazo. Lamentablemente en Chile no he visto entidades organizadas que ayuden a iniciarce en el vapeo, hay grupos con distintos intereses y hay bastante acceso a este mundo. Pero hecho de menos gente como tu que ayude al reemplazo del tabaquismo de manera profesional.
    El mundo del tabaco tiene insospechadas y muy oscuras ramificaciones que se manejan con el dinero, las conocidas por todos (tabacaleras, impuestos y farmaceuticas) y otras menos investigadas y reconocidas. Me he dedicado a revisar el impacto que tendría la reducción de la patología pulmonar y el cancer en las «entidades y fundaciones de ayuda» que manejan presupuestos enormes en algunos países, el cigarrillo electrónico para ellos tb. es una amenaza, este tipo de aspectos deben ser considerados y veo que hay poco de ello.

    Gracias por todo, gracias por ser valiente, y un abrazo a la distancia.

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